El balón vasco
Por: Mikel
Agirregabiria Agirre www.mikelagirregabiria.tk
- 30/10/2003
Se ha
hablado demasiado de la pelota vasca, pero poco del balón vasco.
Cójase un tema cualquiera de origen vasco, como un plan, una
película, un cómic, una hoja educativa o una búsqueda en Google
y bótese al terreno de juego. En seguida aparecerá un árbitro
vestido de negro con gran similitud con algún fiscal general que
le dará el primer patadón proclamando el “juego libre”, alguna
ministra del ramo chutará, varios foros con más nombres que
personas patalearán, se sumará la consabida voz-coz de los
contertulios, el puntapié fino del jurista columnista de turno,
el agorero economista zancadilleará con alguna encuesta de la
Señorita Pepis, un juez estrella sacará un rato para
descalificar entre sumario y sumario, algún “buen” socialista
presidente autonómico bravuconeará para ver si llega a Ferraz, y
los ex-etarras “subidos al caballo” serán quienes más jalearán
desde su nuevo papel de “filósofos”.
Y mientras
el “respetable” gritará “an-ti-cons-ti-tu-cio-nal” haciendo la
ola, y disfrutando de un vibrante partido que se ganará, como
siempre, por 15 a 0, tras la expulsión de todo el equipo vasco.
Con gritos de totalitarios, etnicistas, racistas, agresores,…
ese mismo público se irá luego a casa despistado, seguirá
pagando religiosamente el pelotazo inmobiliario, sobrevivirá con
un salario mínimo vergonzoso y los zapatos pringados de
chapapote, pero sintiéndose galáctico cuando realmente sigue
donde siempre estuvo: a la cola de Europa. Porque esto es lo que
se oculta en la gran España: que después del glorioso reinado
del “zar” sigue siendo el ÚLTIMO Estado europeo en salario
interprofesional, en investigación más desarrollo, en gasto de
salud por habitante, en empleo a los discapacitados, en tasa de
natalidad, en inversión en familia e infancia, en acceso a
Internet, en formación continua de los trabajadores,… y el
PRIMERO en tasa de desempleo, en contratación temporal, en
consumo de drogas, en absentismo escolar, en fumadores y en
muertes por cáncer del tabaquismo, en inflación de los
alimentos,… (y esto sólo es lo leído en prensa en la última
quincena).
Pero sigue
el partido en el estadio. Cuando ya no quede nada de la pelota
original, el banquillo de pensadores del entrenador bigotudo
lanzará otra nueva pelota, y el tropel de búfalos comenzará de
nuevo la función. Pan y circo. Y así ganarán elección tras
elección, en su campo claro. ¡Viva el diálogo con los pies!
¡Basta de
sembrar odio y abrir trincheras! ¿Por qué tiene que ser así? ¿Me
lo puede explicar alguien, y perdonen la exageración y el
cinismo del escrito que sólo brota del dolor de la incomprensión
mutua? Aquí sólo la buena gente, la de a pie, es cabal, pero
¿dónde están los políticos eficaces que resuelvan problemas, y
no los amplían por intereses inconfesables y los arrojan de
vuelta a la ciudadanía? ¿Y dónde están los periodistas
profesionales que invitan al sosiego y a la reflexión? ¿Dónde
los intelectuales que iluminan el camino? |