Ilusiones horizontales: Mikel Agirregabiria Agirre (22/6/2003)
Nos sentimos contra las cuerdas, a veces. Percibimos que
nuestras fuerzas flaquean y que estamos superados, por
momentos. Casi vencidos. Con ganas de tirar la toalla. Nos
duelen, sobre todo, nuestras divisiones internas, nuestras
guerras intestinas. Las rencillas entre hermanos, mientras
nuestros poderosos enemigos se regocijan. Los adversarios
nos rodean, están por todas partes. Creen obsoleto nuestro
planteamiento, ridícula nuestra determinación, anacrónica
nuestra elección. Ellos son demasiados, con mucho dinero, y
han agrupado ejércitos muy numerosos y bien pertrechados
contra nosotros, los vascos. Además nosotros sólo contamos
con nosotros mismos. ¿Sólo? Quizá seamos suficientes, dos
millones frente al mundo… ¿Atropellados? Quizá. ¿Abatidos?
Nunca. ¿Rendidos? Jamás. Sabemos que “hay derrotas que
tienen más dignidad que la victoria”.
No se trata de un enfrentamiento exclusivo con Madrid,
aunque pueda parecerlo. Es un desafío universal, un reto
galáctico. En primer lugar contra los derrotistas que
pululan a nuestro alrededor. “Abandonad”, nos insinúan
insistentemente, pero nunca lo haremos, mientras el espíritu
de nuestros antepasados habite en nosotros y circule sangre
por nuestras arterias. Los pronósticos están todos en
nuestra contra. Las apuestas son de uno contra un millón.
Nadie daría un ardite por nosotros. Somos hormigas frente a
elefantes. Como David frente a mil Goliats. Pero ganaremos,
porque ellos quieren que renunciemos a lo nuestro, pero
nosotros no queremos dominar el planeta, ni cambiar a los
demás, ni imponerles nuestro criterio. Nuestro anhelo,
después de muchos años, no es sino defender nuestra
tradición, nuestra forma de ser, nuestra esencia. ¿Podremos
ganar? ¡Qué digo! ¡No venceremos, hemos triunfado ya! ¡Sólo
con seguir aquí, con nuestra identidad mantenida invicta,
hemos conquistado ya nuestro particular meta! Sólo nos queda
defenderla como nuestros antecesores, y educar a nuestros
descendientes para que sepan mantenerla indomable.
Eutsi gureari!
[Todo esto se refiere, naturalmente, a los decisivos
partidos últimos de liga de este próximo domingo en Madrid y
Donosti. Por “amor propio”, demostraremos que el modo vasco
de “vivir la vida” es insuperable, al menos para nosotros.]
Mikel
Agirregabiria Agirre. Getxo (Bizkaia)
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