Dinero: Sal de mi
vida
Mikel Agirregabiria Agirre (18 de
agosto de 2003)
Hace poco alguien me preguntó directamente cuánto
dinero ganaba en mi profesión de educador, con intención de apartarme de mi
vocación al proponerme un empleo mejor retribuido. Sólo acerté a responderle
que ganaba… lo suficiente y rechacé una oportunidad laboral que me hubiese
permitido ciertos lujos que jamás obtendré. Días después, se me ocurrió una
respuesta preferible que le hago llegar a través de estas líneas, en la
confianza de que las leerá mi interlocutor, que era de ese tipo de personas
inteligentes pero despistadas, que se pasan la vida haciendo cosas que detestan
para conseguir dinero que no necesitan y comprar cosas que no quieren para
impresionar a gente a la que odian.
Al principio me quedó la duda de si había sido justo
con mi familia, negándoles algunas oportunidades al optar por permanecer en mi
campo profesional, que nunca ha estado bien retribuido en comparación con otras
actividades. A lo largo de mi vida sólo he descubierto un modo cierto de
conseguir dinero: trabajando, con el único inconveniente de que es cansado. Y
cuando has elegido una carrera que te apasiona, ya no es fácil dar saltos
profesionales sólo para ganar más dinero.
La misma palabra dinero proviene del ´denario´ romano,
al igual que salario procede de la sal, sustancia escasa que desde la edad del
hierro se usaba como valor de pago, porque servía tanto para condimentar como
para curar heridas y conservar la carne o el pescado. A aquel empresario que
creía que el dinero es la lámpara de Aladino, le debía haber repreguntado
cuánta sal tenía en su casa. Se hubiese sorprendido, al igual que lo hice yo
con pregunta tan absurda, para terminarme respondiendo lo mismo: Suficiente. El
dinero debe ser como la sal, o el azúcar… Debes preocuparte si te falta el
necesario para vivir, pero obsesionarse con acumular más de la cuenta sólo
conduce a la arteriosclerosis o a la diabetes. El dinero es como el tiempo: si
no lo pierdes, tienes bastante. Muchos preferimos contar los recuerdos y las
gratificaciones que nos aporta nuestro oficio elegido, como si fuera el mejor
dinero contante y sonante.
Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo (Bizkaia)
Artículo original.
También publicado en Estrella
Digital (18-8-2003), Diario de Noticias (18-8-2003), Diario de Navarra (20-8-2003), Diario del Bierzo (20-8-2003), Diario de Ávila (21-8-2003), Granada Digital (21-8-2003), ¿Qué pasa? (CHILE, 22-8-2003), Prensa Libre (COSTA RICA, 26-8-2003), InfoNorte Digital (27-8-2003), Sr. Director (30-12-2003), El Debate (IblNews, 30-12-2003),...
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