En tiempos de Franco, algunos jóvenes falangistas iban “espontáneamente” a la
Embajada de su Graciosa Majestad para reclamar a gritos, y a veces a pedradas,
la devolución de Gibraltar. El ministro de la Gobernación, Ramón Serrano Suñer,
ofreció al embajador británico, si quería más guardias de protección.
Sir Samuel Hoare le contestó flemáticamente: “No, gracias;
prefiero que me mande menos manifestantes”. En 2003, Aznar envía un millar de
soldados de ayuda humanitaria,… para una guerra que ha patrocinado.
Ya que ha auspiciado la muerte de civiles, por favor, no sea
cínico enviando después sanitarios a curar… a los militares atacantes por si se
rompen una uña apretando botones desde 15.000 metros de altura, o por el
peligroso “fuego amigo” y los inevitables accidentes de tráfico.