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Humareda
electoral
Algunos
políticos españoles siguen tratando al electorado como un bebé: se hace tilín
con el sonajero, y vuelve la cabeza automáticamente. Da lo mismo que se trate
de elecciones municipales, forales (y regionales en algunos casos), si pesan
mucho la marea de petróleo gallega y el océano de sangre iraquí, el presidente
y su staff vuelven a exhibir el comodín electoral del terrorismo, aunque
–¡afortunadamente y que dure!- ETA no les está haciendo la campaña con sus
siempre “oportunas” atrocidades.
¡Granadas de humo!, gritó el comandante y todo ese revoltijo de pago
jurídico-mediático-gubernamental-intelectual comenzó el fregado.
Ilegalizo por allí, perturbo por acá, detengo por aquí y escandalizo por allá
(o por Alá). A la guerra (perdón, a la intervención militar que apoyaron pero
no fueron, que ayudaron humanitariamente pero quizás ocupen militarmente) se le
da otra vuelta más, y el retorcimiento sucesivo de que era por la resolución de
ONU de la guerra de Kuwait del ’91, en búsqueda de armas de destrucción masiva,
o para derrocar a un dictador (otrora amigo), acaba en el penúltimo capítulo de
que era para igualar a Batasuna con Al Qaeda. Así se ha iniciado la campaña
electoral: Todo un insulto a la inteligencia de cualquiera que haya superado la
ESO, pero entre el humazo y el fragor a los que nos ha acostumbrado el “partido
de la guerra” esta habitual distracción da el pego… a los más tontos. Sólo
quienes leen más allá de los titulares llegarán a entender por qué la aliada
Gran Bretaña, que sí busca la paz en el Ulster, no quiere que el IRA o el Sinn
Fein se incluyan en listas de terroristas. Dicho llanamente porque obstaculiza
y no simplifica la solución del conflicto de Irlanda del Norte (claro que como
aquí no existe “conflicto vasco”…).
Parece que algunos políticos suscriben ese oculto lema de “Contra ETA vivimos
mejor”, pero los que nunca hemos dicho que “Contra Franco vivíamos mejor”
estamos deseando que pasen estos belicosos tiempos, desaparezca ETA y la
coartada universal que proporciona a la ultraderecha y alcancemos una
democracia de calidad: con un Estado de Derecho con poderes realmente
independientes, con libertad de prensa (también en euskera), con presunción de
inocencia (hasta para la universidad pública vasca) y plenas garantías
procesales, con derechos activos y pasivos de representación política, y sin
intromisiones en las funciones soberanas del poder legislativo (incluido el de
Euskadi).
Además la ciudadanía vasca no merece seguir sufriendo durante más décadas la
doble pinza de quienes no acaban de repudiar la violencia (sin contextos ni
puñetas) y de quienes con esa recurrente excusa nos impiden decidir
democráticamente nuestro modelo de autogobierno dentro de una Europa libre y
solidaria. Euskadi no quiere convertirse en el granero de votos extraños con
políticas que no sirven para solucionar sus problemas.
Es la hora de votar. Y de reflexionar con una campaña electoral normalizada de
evaluación de resultados previos, de objetivos futuros, de cumplimientos de las
pasadas propuestas,… Recordemos la gestión de nuestro ayuntamiento, de nuestra
diputación foral,… ¿Cómo han gestionado los diferentes partidos catástrofes
como la del Prestige? ¿Qué partidos solventan problemas y cuáles bloquean las
instituciones? ¿Qué partidos de izquierdas por seguidismo avalan las políticas
de derechas? ¿Quiénes practican políticas de tierra quemada, de
desestabilización del país y de su funcionamiento institucional (quizás
buscando la desaparición del autogobierno vasco), asumiendo irresponsabilidades
históricas que no debieran olvidarse? ¿Qué dirigentes tacharon de inmaduro al
electorado vasco sin aceptar los resultados del 13M de 2001, después de la
avalancha mediática que creyeron les aseguraba el éxito? ¿Qué partido
abertzale antisistema conduce a su propio electorado hacia callejones sin
salida? ¿Se han de perder votos simulando un enfrentamiento, pero realmente
sumándose al intento de colapso y dando realmente ventaja a los contrarios?
Rilke
relata en un memorable cuento cómo Vladimiro, pintaba todos sus cuadros sólo
con humo, esperando a los "engañados". En aquel fuliginoso taller no se podía
oler el aguarrás,… Es la hora de elegir: Que los votos reflejen la mayoría
social.
Mikel Agirregabiria Agirre
También publicado en IzaroNews (9-5-2003),...
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