Pericles
sabía que el mejor modo de unir a los atenienses era que apareciesen dos
falanges espartanas por el horizonte. El miedo como cemento social. Después de
25 siglos, nuevos Pericles como Bush, Blair, Aznar,… siguen recurriendo a tan
primitivo instinto llamado patrioterismo, pero sinceramente deben
cambiar de actor porque el demacrado Bin Laden, quien aparece como un anciano
cabrero en un monte perdido, no iguala a los pérfidos espartanos que fueron los
muchos y muy malos rusos de antaño.
¡Qué duro
es quedarse sin enemigos! En vez de matar enemigos que ya casi no quedan, ¿por
qué no buscamos hacernos todos amigos con una floreciente industria de
pacifismo, educación y colaboración?
Artículo original del 11-9-2003.
También publicado en
El Txoko (11-9-2003), DEIA (12-9-2003), Rebelión(12-9-2003), El Correo (13-9-2003), Ávila Digital (13-9-2003), Diario Vasco (15-9-2003), Galicia Diario (17-9-2003),...
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