Plan:
Que exactamente es una propuesta del Lehendakari vasco, en nombre de tres
partidos PNV, EA y EB (IU), para un nuevo Pacto Político para la Convivencia.
Algo impecablemente democrático presentado en sede parlamentaria, con un
respaldo inicial de quienes eligieron a Ibarretxe y una aceptación futura que
ya se determinará cuando la ciudadanía lo valore tras conocerse su contenido
íntegro. ¿Secesionista? Por lo visto hasta ahora, no. ¿Válido? La historia lo
dirá, pero lo que resulte en un sentido o en otro siempre será un avance si es
decisión soberana del electorado.
Flan:
Al que se asemeja el comportamiento nervioso de la reacción provocada por el
Plan. Por un lado está la legítima desaprobación política que otros partidos
pueden declarar, pero también incluye por parte de algunos una descalificación
apriorística basada en mentiras manifiestas, como que es el “Plan de ETA”. El
abuso de la
incomunicación interpartidista e intergubernamental y la dogmática negación de
diálogo con posiciones autoritarias, no favorecen el entendimiento. Tampoco la
confusión de poderes institucionales, concentraciones mediáticas y los
omnipresentes intereses económicos.
Clan:
Que mata, extorsiona y persigue con una absoluta falta de ética. Cuya
existencia es reprobada por prácticamente toda la sociedad y cuyo único efecto
es actuar de perversa rémora para el bienestar y para la libertad de todas las
personas, que sufrimos en grado mayor o menor un injustificable terrorismo como
una violación total de los derechos humanos, que es abominable política y
humanamente.
Todos
coincidimos en que el primer objetivo es el fin de la violencia y de su
instrumentación partidista.
Primero la paz. Luego, como no puede ser de otro modo, lo que en
libertad y democracia decida la ciudadanía.
Artículo original del
3-10-2003. También publicado en
El Torrenti (3-10-2003),
IblNews (3-10-2003), InfoNorte Digital (9-10-2003),...
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