Artículo original
(8-1-2004). También publicado en Sr. Director (8-1-2004), CyberEuskadi (Columna diaria, 8-1-2004), Aragón Digital (9-1-2004),...
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NOTICIA EN DEIA (11-1-2004).
«Lloré hasta que no me quedaron lágrimas porque no me daban mi bebé»
R. M. Es la madre que el pasado 21 de diciembre dejó a su bebé a las
puertas de un hospital.
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Ruth Manzano Bilbao
UN TRABAJO ESTABLE es la condición indispensable para que la joven madre
que el pasado 21 de diciembre abandonó a su hija a las puertas del hospital de
la Cruz Roja de Bilbao pueda recuperar a su bebé, según explicó ayer a DEIA el
capellán del centro sanitario, Francisco Javier Ciruelo. «Tal vez no sea algo
automático, pero con un empleo podríamos empezar a hablar y solucionar esta
historia que es verdaderamente sangrante», afirma el capellán, quien está
convencido de que «un hijo tiene que estar con su madre».
Mientras tanto, R. M., la joven boliviana que dejó su país embarazada de
tres meses en busca de «una vida digna», sigue visitando a su hija cada día en
el centro de acogida que la Diputación Foral de Bizkaia tiene en el barrio de
Begoña. «Sé que está bien cuidada y crece llena de salud, pero necesito estar
con ella porque es mi hija. Nunca la abandoné, sólo estaba confusa y perdida
porque me habían despedido del trabajo y no sabía qué hacer», asegura.
No pierde la esperanza de recuperar a su pequeña, ni ella ni el capellán
del hospital de la Cruz Roja que se ha volcado en cuerpo y alma este caso. «Lo
ha pasado muy mal física y psicológicamente», comenta Francisco Javier
Ciruelo, quien recuerda a los vecinos de Bilbao que «aquellos que abandonan
sus países de origen, a sus familias y amigos, lo hacen realmente
desesperados».
En casa de unas amigas
Con sus 26 años, R. M. trabajaba como empleada del hogar hasta que el
pasado día 23 de diciembre, tras dar a luz a su bebé en el hospital de Basurto
se vio en la calle sin hogar ni trabajo. Había ocultado su embarazo «para no
tener problemas», pero cuando comunicó la noticia «fue despedida y la echaron
de la casa de madrugada. Estaba aturdida por la reacción de la señora para
quien trabajaba y no supo qué hacer», explica el capellán.
La joven decidió dejar a su hija al cuidado del personal sanitario del
hospital hasta «encontrar una solución». Cuando volvió a por ella ya era
tarde. Desde entonces, R. M., quien vive actualmente con unas amigas, sólo
piensa en recuperar a su hija, nacida hace 21 días. Francisco Javier Ciruelo
(94.443.47.93) pide la colaboración de los bilbainos.
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Exigen un trabajo estable a la mujer que dejó a su hija en un hospital
para poder recuperarla
Aunque puede visitar a la pequeña a diario en un centro de acogida
de la Diputación foral de Bizkaia
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Ruth Manzano Bilbao
HACE SEIS MESES huyó de su país natal, Bolivia, en busca de una
vida mejor para ella y para la niña que estaba esperando, pero la mala
fortuna se cruzó en su camino. Pasó tiempo hasta que esta joven de 26
años encontró un trabajo como empleada del hogar y ocultó su embarazo
«por miedo a perderlo». Tras dar a luz, se vio en la calle sin un lugar a
dónde a ir y con una boca que alimentar. Presa de la desesperación dejó a
su bebé a las puertas del hospital de la Cruz Roja «hasta que todo se
arreglara».
¿Qué le pasó por la cabeza para decidir abandonar a su hija?
Nunca la abandoné. Tan sólo quería que alguien la cuidara hasta que se
arreglara todo. Estaba muy confundida porque me habían despedido del
trabajo, que me había costado tiempo encontrar. Sólo quería hablar con la
señora de la casa y solucionar las cosas, mantener el empleo.
Pero cuando volvió a por ella...
Sólo tarde una hora en volver y cuando llegué a la Cruz Roja estaba
lleno de policías. Me dijeron que no podía llevarme a mi hija porque la
había abandonado.
¿Cómo reaccionó?
Me puse muy nerviosa. Además, estaba muy débil por el parto. Casi no
podía andar, me dolía todo el cuerpo y la cabeza me daba vueltas. Lloré
hasta que no me quedaron lágrimas porque no querían darme a mi bebé.
Dijeron que volviera al día siguiente, pero no pude porque no podía
caminar. Me llamaron para decirme que mi hija estaba en un centro de
acogida.
¿Podrá recuperarla?
En cuanto tenga un trabajo estable. Ahora estoy buscando un nuevo
empleo, no me importa lo que sea. Hasta que di a luz trabajaba de interna
en una casa haciendo las tareas del hogar.
¿Por qué le despidieron?
Estaba embarazada, aunque lo oculté hasta el último momento porque no
quería tener problemas. Cuando di a luz, pedí el alta voluntaria, aunque
estaba muy débil, para no perder mi empleo. Pero no hubo suerte.
¿Conoce esta señora la situación en la que se encuentra usted en estos
momentos?
Sí y espero poder hablar con ella pronto. Hasta entonces seguiré
buscando trabajo. Necesito recuperar a mi hija. Sé que ella está bien
atendida porque he podido visitarla cada día, pero un hijo tiene que
estar con su madre.
Cuando echa la vista atrás...
Me arrepiento de lo que hice, aunque no la abandoné. Si volviera a
nacer, estoy segura de que no volvería a hacer lo mismo.
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