¿Quién no
ha escuchado reiteradamente este impertinente pregunta? Hace años que decidí
contestar con una triple respuesta, basada en una leyenda apócrifa de Galileo,
que sorprende y obliga a reflexionar: - “No lo sé exactamente, pero son pocos y
menos aún los de buena salud”.
Porque
los años que tenemos son los que no hemos gastado, los que aún no hemos
vivido. Y nadie sabe cuántos tenemos todavía para continuar nuestra vida. Las
estadísticas apuntan que, en el caso de Euskadi, la esperanza de vida actual
está fijada en 75,9 años para los hombres y de 83,8 en mujeres, éstas las más
longevas del mundo con las japonesas, mientras los varones ocupamos un honroso
séptimo lugar en la escala de supervivencia. Pero, la etapa sin incapacidad se
reduce a 67,0 y 72,2 años respectivamente, si bien es cierto que estas edades
se han incrementado en 6,0 y 5,7 años en los últimos diez años. |
 |
En
todo caso nos restan pocos años, pocos meses, pocos días de existencia
terrenal. Las horas son como las monedas de una bolsa, que se van agotando
implacablemente. Conviene disfrutar cada instante como si fuera el último,
porque nunca se repetirá. El ayer se fue y el mañana es incierto. ¡Aprovechemos
el hoy! Y cuando queda tan poco tiempo, sólo cabe hacer el bien, dejar una
familia, unos amigos y una obra que perdure más allá de nuestros días en esta
tierra, y confiar en que nuestro espíritu halle una nueva morada más allá de lo
temporal.
Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo (Bizkaia)
Artículo original
(6-1-2004). También publicado en
Sr. Director (5-1-2004),
Kaos en la Red (5-1-2004,
comentarios),
CyberEuskadi (Columna diaria,
5-1-2004),
El Debate (IblNews, 5-1-2004),
Portal Miami (6-1-2004),
Ecología Social (7-1-2004, con comentario de Vicente Oltra), Granada Digital (8-1-2004), El Nuevo Herald (Miami, 9-1-2004. Carta recibida: Leí su interesante artículo “¿Cuántos años tienes”, publicado el viernes 9 de enero de 2004 en el diario El Nuevo Herald en Miami, Florida.
Me gusto la profundidad del tema y la parte en que parafraseando a Borges, Ud. Dice “el ayer se fue y el mañana es incierto”.
Pero mi sorpresa fue mayor al día siguiente, cuando en “Clásica 92”, una estación de radio de Miami, en uno de los programas de la tarde el locutor Suarez, si mal no recuerdo su apellido, repetía sus mismas palabras sin mencionar vuestro nombre, haciendo propias palabres ajenas, adornando su léxico con escritos ajenos. No me gusto esta falta de ética, sin embargo, Ud. puede sentirse complacido por que sus palabras llegaron lejos.
Atentamente,
Rosa Ruiz
]), La Flecha (10-1-2004), Carta-Traca nº 45 (Sección propia en Galicia Información 13-1-2004), Página Digital (Argentina, 10-2-2004), Ávila Digital (21-2-2004),...
|