Similitudes entre sagaces
lechuzas y futboleros lechuzos.
Los búhos
son aves crepusculares o nocturnas, dotadas en su descomunal cabeza giratoria
con grandes ojos de visión binocular y retina adaptada a la oscuridad, además
de un oído muy desarrollado con escucha direccional. Estas rapaces carnívoras
vuelan sigilosamente y devoran enteramente a sus presas, engullendo en una sola
noche más que su propio peso y regurgitando posteriormente los huesos que no
pueden digerir. Los búhos y las lechuzas habitan en todos los continentes, si
bien sus colores se adaptan al entorno.
Los futboleros son seres
estáticos de mirada fija que pueden ser avistados al atardecer o anochecer,
descubriéndose por los gritos trémulos y silbidos lastimeros que u lulan cuando
su equipo va perdiendo. Con su excepcional sentido del oído, capaz de repetir
lo que oyen por la radio, con crueles zarpazos y certeros picotazos son capaces
de zamparse su pieza favorita: los entrenadores. Instalan sus nidos en extraños
lugares desde donde puedan observar con tranquilidad su espectáculo preferido.
Los
mochuelos plumíferos de brillantes y resplandecientes ojos intrigaron durante
siglos a los seres humanos. Las mitologías griega y romana asociaron a los
búhos con la diosa Atenea o Minerva, patrona del intelecto. Ya en milenarias
monedas de Atenas del 2.500 AC, la lechuza aparece como emblema de victoria,
suerte y sabiduría. Filósofos como el gran Aristóteles, el idealista Hegel u
Ortega y Gasset convirtieron al búho en el símbolo del pensamiento.
Los lechuzos
futboleros no parecen encarnar demasiado bien el paradigma de la inteligencia.
Buena prueba de ello se encuentra en las cabeceras de los periódicos de hoy,
tras el esperable fracaso de la selección española en la Eurocopa. El intelecto
futbolero predominante sólo sirve para atribuir culpabilidades, no para hallar
soluciones. El inacabable rosario de excusas no explica la ancestral historia
negra de un desastre continuo: el gol de Cardeñosa que no fue (Argentina 78),
el ridículo del Mundial 82, el cante de Arconada en la Euro 84, el penalti
fallado por Eloy en el 86, la barrera de Michel en el 90, el fallo de Salinas
en el 94, la caída de Zubizarreta contra Nigeria en el 98, el balón a las nubes
de Raúl en la Euro 2000 o el arbitraje egipcio en el Mundial de Corea. En la
Eurocopa 2004, la cabeza de turco será el entrenador Iñaki Sáez.
Y todavía
dicen por ahí que si Euskadi o Catalunya mantuviesen selecciones oficiales se
debilitaría la “escuadra española”. Menos mal que algunos nos consolamos con el
modelo de cantera propia, con jugadores exclusivamente autóctonos, como el
sistema que sigue en exclusiva mundial el
Athletic de Bilbao.
Propongo que, junto a las creativas
camisetas
para la UEFA de Darío Urzay que acabarán gustando a todos como el
Guggenheim Bilbao,
nuestro club vasco mantenga su política patrimonial de formar jugadores desde
las etapas escolares, sin acogerse jamás a la contratación de futbolistas
externos.
Publicado en
El Confidencial Digital (Frecuente colaboración, 22-6-2004), El
Torrentí (Antigua y renovada colaboración en sus dos etapas, 22-6-2004), E-
Galicia Digital (Colaboración frecuente, 21-6-2004), Estrella Digital (22-6-2004, frecuente colaboración), Nunca Más
(Colaboración continuada, 21-6-2004), Gaur Egun (21-6-2004), CyberEuskadi (Columna diaria,
21-6-2004), Kaos en la Red (21-6-2004, comentarios),
El Debate (IblNews,
21-6-2004, con comentarios variados), Foro
Republicano (Colaboración continuada, 21-6-2004), Sr. Director (Colaboración continua, 21-6-2004), Vistazo a la Prensa (21-6-2004), Portal Miami (21-6-2004), Vorem ('Veremos' en valenciano, colaboración continuada 21-6-2004),
Foros EITB (21-6-2004, colaboración diaria), Uribe Kosta Digitala (Colaboración diaria, 21-6-2004), Revista Pangea (Colaboración continuada, 23-6-2004), Carta-Traca nº 116 (Sección propia en Galicia Información 22-6-2004), Prensa Libre (Principal periódico impreso en Costa Rica con el que existe una frecuente colabración, 23-6-2004),...
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