Eusko Alkartasuna
parece descartar definitivamente la coalición con EAJ-PNV, según noticia
reciente, y además pide a los jeltzales
que dejen de “agredir innecesariamente” (sic), se supone que por la
insistencia en constituir un “eje estratégico permanente”, como preconizó
José Jon Imaz en su primer discurso como Presidente del EBB.
EA se debate en un
estrecho segmento electoral e ideológico. La negativa de Aralar a concurrir
con EA, por incumplir Begoña Lasagabaster la condición impuesta por Aralar
de que los cabezas de lista sepan euskera, desmonta en estas elecciones
generales la escapatoria del denominado “bloque vasco”, de difícil
justificación en la Comunidad Autónoma Vasca, a diferencia de su necesidad
sentida en la Comunidad Foral Navarra. Sólo le resta a EA un acuerdo natural
con su socio nacionalista de gobierno común en Lakua y en las
administraciones forales y municipales, pero ello comporta -en opinión de la
cúpula ganadora de su congreso- la antítesis a sus posiciones, en pro de un
alejamiento del partido hegemónico para evitar una visualización social de
reintegración en EAJ-PNV.
EA, si
se permite la crítica, es un partido pequeño con muchos cuadros en cargos
públicos, por su sobre-representación en las distintas administraciones.
Queda poco partido
fuera de los gobiernos. Incluso en los procesos electorales últimos, al
acudir conjuntamente con EAJ-PNV, la movilización de sus militantes ha sido
mínima. Anecdóticamente un apoderado jeltzale decía que los escasos
interventores de EA eran “peneuvistas sin ganas”.
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¿Interesa a EA
concurrir electoralmente con EAJ-PNV? 
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Subsiste
adicionalmente en EA una sutil tensión entre su diferenciador mensaje urdido
con trenzas socialdemócratas y sus propias bases, sociológica y
psicológicamente provenientes indudablemente del EAJ-PNV más conservador.
Los intentos de izquierdización son difícilmente verosímiles, no ya para su
electorado sino inclusive para su militancia interna. La cita de José Luis
Aranguren dedicada al PSOE cuando gobernaba, es aplicable parafraseada a EA:
Es un partido de derechas, que se dice de izquierdas y que hace la política
de centro… que le marca EAJ-PNV.
Quedan apenas 24 horas
para que expire el plazo de presentación
de candidaturas. EA debe optar entre un acuerdo de último hora, como ha
acostumbrado a
EAJ-PNV, o concurrir en solitario. El electorado nacionalista, que siempre cuida la
cantera propia,
nunca entendería que el voto de EA se desperdiciase sin lograr ningún escaño
en varios territorios históricos, y probablemente descubra esta idea antes
de votar, dedicando su papeleta a la opción abertzale más segura.
La pervivencia de EA
como proyecto político exige no cometer errores de calado en las decisivas
convocatorias electorales. Sin devaneos prematuros con Batasuna, aceptando
la diferencia con el electorado de Aralar y reconociendo su peso político
actual. Euskadi es una sociedad electoralmente muy estable, pero que ya ha
amortizado a partidos menores (EE en PSOE), si no aciertan con su única
política posible: la de alianza con socios próximos. En caso contrario, y
como diría algún pomposo dirigente de EA, Saturno terminará devorando a su
hijo.
Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo (Bizkaia)
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