Mikel
Agirregabiria Agirre
Un
día electoral de sensaciones democráticas
Los
sentimientos y emociones se agolparon el trágico 11M con la masacre ferroviaria
de Madrid. El dolor, la rabia, la desesperación, el pesimismo nos invadió
durante toda la jornada. Las noticias nos hundían en un pozo de desánimo sin
remisión. La solidaridad, la mente y el corazón nos decía que debíamos ayudar y
rehacer nuestra vida, otra vez sacudida por el terror. A mí sólo se me ocurrió
donar sangre, con el ritual ceremonioso de ir en Metro y volver en tren de
cercanías para sentir que nunca nos vencerá el fanatismo, ni nos impondrá sus
miedos.
La autoría fue la segunda
incertidumbre tras el shock, por la gravedad social y la repercusión
electoral que sin duda provocaría la barbarie. Inicialmente todos pensamos en
ETA, con fundamento porque esta organización es la única que seguía amenazando
y matando en el Estado. Luego surgieron las dudas, y pronto todo apuntaba a
otra milicia de obediencia islámica. Batasuna, con o sin información
privilegiada, negó la autoría de ETA e incluso condenó la matanza, expresando "el
absoluto rechazo" a este tipo de actuación, calificándola de "masacre"
que "no tiene justificación". Mientras el PP movía todos sus hilos
gubernamentales, diplomáticos y mediáticos apuntando a ETA, si bien Aznar y el
Rey se cuidaban de no citarla literalmente, lo que daba un claro indicio a
quienes nacimos en la era franquista final y aprendimos a leer la evidencia
entre líneas de ocultación y maniobras de artimaña.
En Euskadi, tras las
manifestaciones de repulsa convocadas por el Lehendakari para el mismo 11M y la
general del 12M, el viernes era vox populi lo que sólo luego se iría
filtrando con lentitud en el Estado durante el sábado 13M, con todas las pistas
que Acebes no podía ocultar por más tiempo. Casi la totalidad de los vascos,
que hemos sufrido largamente el acoso de la violencia, echamos de menos que el
comunicado de ETA negando su participación, no aprovechase la ocasión para
renunciar definitivamente a estos aberrantes métodos, liberando inmediatamente
de sus ataduras a toda la sociedad y, especialmente, a los millares de vascos y
vascas que aún son víctimas de esa espeluznante violencia de persecución que
practica ETA y que Batasuna no censura.
El
domingo 14M amaneció un día despejado y luminoso que invitaba a vivir, pero que
no pudieron ver los doscientos asesinados, ni los centenares de heridos por las
bombas homicidas. Muchos estuvimos más de catorce horas en una mesa electoral,
viendo el excelso
desfilar de la ciudadanía, tan plural, tan heterogénea, tan decidida a seguir
conduciendo sus destinos con ese gesto, simple pero egregio, de escoger
resueltamente una papeleta,… o incluso de votar nulo como rechazo a todos los
partidos presentados o para la candidatura ilegalizada. Siempre es un
espectáculo glorioso ver ante las urnas a madrugadores, a niños acompañando a
sus padres, a impedidos que se esfuerzan por acudir, a familias en las que
todos sus miembros votan juntos,… Todo es gratificante: la cordialidad entre
los interventores de los distintos partidos que tan bien se llevan en el
microcosmos de la cada mesa, el recuento que da un primer resultado de barrio o
la vuelta a casa corriendo para ver los resultados globales.
La gente había acudido a
votar como nunca, con porcentajes de participación superior a la del 2000 en un
11% o 12%, en la Comunidad Autónoma Vasca y en la Comunidad Foral Navarra
respectivamente. Fue espléndido verificar el triunfo de la democracia, incluso
en un Estado con un
largo pasado recorrido bajo regímenes autoritarios. Tras la lluvia de mentiras,
después del bombardeo de propaganda y a pesar del peso de
la mentira, el Pueblo
se alzaba con la verdad por el poder de cada voto individual. Nunca fue más
cierto que no se puede engañar
a todos todo el tiempo. Las encuestas, incluso las israelitas a pie de urna, se
equivocaron tras las primeras horas del recuento. Gradualmente, un alivio de
libertad, de conquista de la
Ciudadanía, se fue elevando por los hogares y por las calles. En un sistema de
derechos
y libertades, no hay poderes fácticos que paren a un Pueblo en marcha. Muchos
pensamos con más convicción que nunca: ¡Hoy todos creemos todavía más en la
Democracia!
Publicado
en
Carta-Traca nº 67 (Sección propia en Galicia Información 17-3-2004), Estrella Digital (18-3-2004), CyberEuskadi (Columna diaria,
17-3-2004),
Kaos en la Red (17-3-2004),
El Debate (IblNews, 17-3-2003
comentarios),
Foro Republicano (17-3-2004),
Sr. Director (17-3-2004),
Vistazo a la Prensa (17-3-2004),
Foros EITB (17-3-2004),
El Confidencial
Digital (17-3-2004), E-Valencia (17-3-2004), Uribe Kosta Digitala (17-3-2004), Revista Pangea (18-3-2004), Ávila Red (19-3-2004),...
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